El brazo es completamente flexible y ligero y te permite ajustar el ángulo y la altura para adecuarlo a tu postura. Además, equipa un cabezal con rotación de 360 grados, gran rango de movimiento y fuerte capacidad de carga. Para mayor estabilidad, contiene muelles de suspensión doble en cada brazo, que protege al micrófono frente a vibraciones y caídas.

Su principal ventaja frente a otro tipo de soportes es que libera una gran cantidad de espacio en mesas y escritorios al no ir apoyado sobre la propia superficie. Además, su instalación es muy sencilla.

Por otro lado, el uso de un filtro antipop resulta realmente importante, especialmente con los micrófonos de condensador. Esta pantalla, filtro o malla lo que consigue es dispersar la presión sonora ejercida al inhalar y controlar los sonidos plosivos al pronunciar ciertas consonantes (Bs, Ps, Ts) para emitir un audio mucho más limpio y sin ruidos que molesten al oyente. Asimismo, el filtro antipop evita las salpicaduras de saliva en el micrófono, alargando incluso la vida útil del mismo.

Este filtro Antipop cuenta con una pantalla de nailon de doble capa encargada de cumplir eficientemente con su cometido. Es de diseño plano y forma redonda, y su cuello de cisne es flexible para que lo regules hasta conseguir la posición deseada. Por otra parte, su pinza nos permite agarrarlo cómodamente a la misma estructura del soporte de brazo.